La glucosamina es un compuesto natural que se encarga de proteger al cartílago de las articulaciones, como suplemento, se extrae de la quintina en caparazones de cangrejos, ostras y camarones para producir sulfato de glucosamina, clorhidrato de glucosamina o N-actilglucosamina, según señala el Manual MSD.
Glucosamina dónde se encuentra
Una de las mejores aliadas contra el dolor articular, la glucosamina se encuentra naturalmente en el cuerpo humano, así como en algunos alimentos. En el cuerpo, la glucosamina se encuentra en el líquido sinovial que se encarga de lubricar las articulaciones, en el cartílago, tejidos como la piel, uñas e incluso las mucosas.
En cuanto a los alimentos que poseen glucosamina, podemos encontrarla en altas concentraciones en el caparazón de crustáceos como los camarones, langostinos, langostas o cangrejos, en menor cantidad, también podemos encontrarla en algunos hongos, carne de res o pollo.
¿Para qué se usa la glucosamina?
La glucosamina sirve como tratamiento para aliviar el dolor en casos de osteoartritis, artrosis de la rodilla o artritis reumatoide, describe la Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales que analiza la eficacia este tipo de tratamientos.
La mayoría de la investigaciones muestran que al tomar sulfato de glucosamina se proporciona cierto alivio en quienes sufren artrosis, en especial de rodilla. En ese sentido, la glucosamina tiene una función similar a la de los analgésicos de venta libre y recetados, como el acetaminofén y el ibuprofeno.
Por otra parte, la glucosamina ayuda a mejorar la movilidad articular al reducir el dolor e inflamación, mantiene al cartílago sano cuando previene su deterioro, ayuda a la formación de nuevos tejidos, lo que puede ser beneficioso para las personas que se recuperan de una lesión o cirugía.
Otro de los beneficios que han revelado las investigaciones, es la probabilidad de frenar el desgarro de las articulaciones y prevenir el empeoramiento de la condición si se toma varias semanas.
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