Se trata de una bacteria probiótica, productora de ácido láctico, y como tal se emplea en la elaboración de productos lácteos fermentados. Destacar además que complementa el crecimiento de L. acidophilus, un productor de la enzima amilasa (enzima digestiva de carbohidratos).
Para que actúen en nuestro intestino, las bacterias deben llegar a él intactas, resistiendo previamente el tránsito a través del tracto gastrointestinal (la acción de los jugos gástricos, biliares y duodenales). Pues bien, se ha demostrado que esta bacteria es muy resistente a rangos amplios de pH y temperatura, y que presenta pues un elevado porcentaje de supervivencia. Esto, unido a unos determinados beneficios que veremos más adelante, es lo que la hace tan atractiva para la fabricación de alimentos funcionales.
Beneficios y Propiedades
Enfermedades gastrointestinales y digestión
Algunas cepas probióticas de Lactobacillus casei pueden ser eficaces para el alivio de enfermedades bacterianas patogénicas gastrointestinales. Se cree además que L. casei mejora la digestión y la tolerancia a la leche. No obstante, la OMS ha verificado que los beneficios asociados a los probióticos son cepa dependientes, es decir, sus efectos dependen de la cepa utilizada y de su concentración en el producto.
Las propiedades han de ser demostradas en cada cepa específica para ser válidas. Según un informe de la FAO/OMS, «… determinadas cepas de Probióticos son inocuas para el consumo humano y pueden aportar al consumidor algunos beneficios para su salud, si bien estos beneficios no se pueden extrapolar a otras cepas sin la experimentación correspondiente».
Fortalecimiento de la barrera intestinal
Lactobacillus casei impide la función barrera alterada en las células epiteliales intestinales. «Probiótico, L. casei, previene disfunciones de la barrera epitelial inducidas por citoquinas en CEIs». «Nuestro estudio proporcionó evidencia de que incluso las bacterias probióticas no vivas pueden prevenir el desarrollo de formas severas de inflamación intestinal mediante el fortalecimiento de la integridad de la barrera intestinal y la modulación del microambiente intestinal».
Favorece la recuperación de la diarrea en niños
En numerosos países en desarrollo, las enfermedades diarreicas continúan causando morbilidad y mortalidad de forma significativa, especialmente cuando se asocian con desnutrición. Los estudios sugieren que Lactobacillus es un tratamiento seguro y eficaz para la diarrea aguda e infecciosa pues se evidencian tiempos de recuperación más cortos (ensayo clínico con la variante GG). «La gran mayoría de los ensayos publicados muestran un beneficio estadísticamente significativo y un beneficio clínico moderado de unas pocas cepas probióticas bien identificadas -sobre todo Lactobacillus GG y S. boulardii– en el tratamiento de la diarrea acuosa aguda y particularmente de las debidas al rotavirus. Dicho efecto beneficioso da lugar, en promedio, a una reducción de la duración de la diarrea de aproximadamente 1 día».
Asimismo, se han extraído conclusiones positivas de algunos estudios sobre L. casei y otros probióticos con lactobacilos (concretamente Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus) para la prevención de la diarrea producida por tratamiento con antibióticos o por Clostridium difficile.
Tratamiento de la necrosis pancreática
En caso de no tratarse, esta enfermedad tiene una muy elevada tasa de mortalidad debido a la translocación bacteriana (las bacterias del tracto gastrointestinal pasan a sitios extraintestinales, como los ganglios linfáticos, el páncreas o la sangre).
Este ensayo en el que se crea un probiótico multiespecies denominado Ecologic 641 (cepas probióticas: Lactobacillus casei, Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus salivarius, Lactococcus lactis, Bifidobacterium Bifidum y Bifidobacterium infantis), concluye que «… es capaz de inhibir el crecimiento de una amplia variedad de patógenos aislados de la necrosis pancreática infectada. Las propiedades antimicrobianas se explican en gran medida por la producción de ácidos orgánicos». Así, la adición de cepas probióticas reduce las citoquinas pro-inflamatorias y suprime el crecimiento excesivo bacteriano.
Todos los anteriores son probados beneficios para la prevención o el tratamiento de enfermedades o patologías concretas. «Fortalece tus defensas» es sin duda un eslogan publicitario efectivo pero una afirmación referente a la salud muy poco precisa.
Según han concluido algunas investigaciones, el consumo de preparados lácteos fermentados con L. casei no influye en el sistema inmunológico de individuos sanos. Sí bien es cierto que modula la composición y la actividad metabólica de la flora intestinal, pero del mismo modo en que lo hace un yogur tradicional a un precio inferior.
En cualquier caso, recuerda que un óptimo estado de salud no puede depender únicamente de un producto. Solo la suma de una dieta sana, equilibrada y variada más unos hábitos de vida saludables y la práctica regular de ejercicio físico os mantendrán, a ti y a tus defensas, «fuertes».
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